04 octubre, 2006

Chico P. un ser por estudiar.

Chico P. es una persona muy especial, tanto, tanto, que se sale de lo usual, hasta solo poder calificarlo de ente que habita un cuerpo poco favorecido el cual es particular por su pintoresco y poco afable carácter.
Todo se remonta a hace cuatro años, cuando el individuo en cuestión llegó a lo que llevaba siendo mi centro durante más de diez años, y, sin comerlo ni beberlo, se permitió el lujo de descalificar, pero no solo a los que le descalificaban por su estúpido carácter e insoportable personalidad, sino que también a los que no le hacíamos ni caso.
Fijaros si es mentecato, que cuando alguno de los típicos popularcillos, que siempre hay en todos sitios y que se creen mucho, le insultaba o le dedicaba un discurso de adjetivos no muy atractivos al oído humano ni muy trabajosos para la mente, éste reaccionaba con una cínica sonrisilla.
Todo él es un conjunto de no “entenderes” que constituyen un temperamento imposible de arrostrar y sus reacciones se encuentran totalmente vacías de explicación lógica y racional.
Los problemas del sujeto en cuestión, no sólo eran y son con sus compañeros, si no que con sus profesores también surgen y surgieron serios roces de los cuales voy a hacer un breve seguido que no contiene ni la duodécima parte de su “posible” y muy conocida trayectoria: el primer desastre se remonta a cuando la profesora de visual y plástica, todos sabéis a quien me refiero, le pilló copiando, que hay que ser papanatas para copiar en dicha asignatura. También recuerdo cuando pintó una bandera independentista con el nombre del profesor de catalán en el centro, alegando que la decantación política del mismo era la que describía semejante papelucho. Otra fue cuando empezó a gritar a la profesora de física por no tener corregidos unos exámenes, y así podríamos seguir narrando hasta la saciedad, más y más capítulos de todas las ridículas actuaciones de la lista que no se acaba nunca, y que seguro sería aún más próxima al infinito, si revisáramos los sucesos que tuvieron lugar en su centro anterior.
Realmente esta celebridad de la burguesía española, es digna de múltiples estudios y trabajos de investigación que no voy a proponer no sea que algún día se me ocurra realizar alguno a mí, cosa que no creo, pero nunca se puede decir de esta agua no beberé, y ya no pueda porque estén plagiados.
Hoy he perdido los nervios cuando he recibido por parte de este desequilibrado, ingenuo, infeliz, demente, idiota, memo, imbécil, estúpido, retrasado, mentecato, tontaina, majadero, tardo, tarado, torpe, necio, bobo y corto personaje, un proyectil en forma de bola de papel que anteriormente había sido alojado por su mano de la cual había sido cañoneado en forma de tiro parabólico hasta mi cabeza. Y puede pensarse que soy muy quejita, pero después de haber aguantado todo tipo de insultos, vejaciones, demagogias y ataques físicos con proyectiles caseros, uno ya se harta.
Lo mejor de lo mejor, la cremme de la cremme ha sido cuando hoy, estando en la clase de castellano, este repulsivo, fétido, repugnante, hediondo, asqueroso e inmundo personaje, se ha dignado a decirle a A. que no se fíe de mí porque no soy buena persona. ¿Pero qué dices rata de cloaca si tú eres la mayor hez que existe sobre la faz de la tierra, de la cual uno nunca sabe cual va a ser la reacción elaborada por tu minúsculo y casi inexistente cerebro?
Ahora, eso sí, a partir de ahora, “a palabras necias provinentes de semejante botarate, oídos sordos”, es lo más inteligente que puedo hacer.

Buenas noches y hasta mañana.