07 junio, 2006

Las sonrisas y las lágrimas


Después de su larga, absurda e hipócrita intervención ya no podía más, la cabeza me iba a estallar y la mandíbula se me desencajaba mostrando mi desagrado.
Cuando ha terminado, todo ha vuelto a su cauce, aunque ya sabía yo que eso venía por el efecto de la profecía 06-06-2006 que todavía no había hecho efecto.
Más tarde ha habido un reencuentro, pero esta vez cara a cara y con su desaprensiva forma de hacer las cosas nos ha desalojado dándonos las gracias. Lo cierto es que no he podido evitarlo, cara de sepia, como ha dicho David. Ha sido un "instinto", ha sido sin querer.
Pero ésto no ha sido todo, más tarde se ha producido un reencuentro, y de nuevo, y sin mirar a la cara, me ha vuelto a salir la cara de sepia.
Lo cierto es que en mi situación no debería hacerlo, debería controlar mis "instintos", pero el repelús que me provoca la hipocresía es superior a mi autocontrol.
Lo intentaré, de veras.

Buenas noches y hasta mañana.

1 Comments:

Blogger Alfredito said...

A ver, chico Prieto, ¿quién es así de hipócrita?
Pues vete acostumbrando, que en el mundo es el lenguaje habitual.
Un abrazo.

12:03 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home