El primer dia en el Mazo, un desastre ( 2ª Entrega)

El primer día nos levantaron a las ocho de la mañana, todos temblando por el tremendo frío que entraba por las grietas que tenia la madera de las cabañas ,varios de nosotros nos duchamos.
Las duchas, un tanto tristes, los últimos nos quedábamos sin agua caliente y ya os podéis imaginar el frío impresionante que hacia allí a esas horas.
Después nos dispusimos a ir a desayunar, que desayunar, desayunar, no se yo. Tras la penosa cena del día anterior nos levantamos con un hambre que te sonaban las tripas y nos encontramos con un vaso de leche, un paquete de galletas y un trozo de pan rancio sobrante del día anterior.
La retirada del comedor era por filas, pero lo más gracioso era que te mandaban levantar y se cabreaban porque lo hacías, en fin, una total contradicción en el intento de volver locos a los catalanes.
Más tarde nos tocaba hacer multideporte, a mi grupo, en concreto, nos tocaba hacer canoa, aunque aquello era una barcaza muy poco estable que podía volcar con facilidad. Nos introdujeron en ella y ésta en una ría fangosa la cual se parecía más a cualquier pozo negro de la zona.
Tras un intenso viaje con el culo encogido, ya que no cabíamos, y un estrés impresionante en nuestro intento por no volcar desembarcamos de la misma.
Más tarde hicimos un breve descanso para dirigirnos hacia el tiro con arco, no di ni una.
Hicimos un paréntesis para ir a comer, triste comida y siempre acompañada por patatas fritas, la especialidad de la casa.
Después de comer, nos cerraron las chozas para que no durmiéramos dejándonos bajo el Sol que estaba en su máximo apogeo.
Las actividades de tarde, primero rapel y tirolina y más tarde puente tibetano en el que el monitor que lo manejaba estaba realmente acostumbrado a amenazar: - Como.... vuelves a Barcelona sin rastas, Como.... vuelves a Barcelona volando, Como.....
Al fin nos dejaron libres para descansar un rato y nos llevaron a cenar, de nuevo patatas fritas y nos propusieron una cutre actividad la que consistía en reírse de la gente, total, un desastre.
Aquella noche transcurrió muy movida con las consiguientes salidas de la gente, protestas, insultos, chillidos, entradas en las chozas para dar discursitos, etc.
Aquella noche fue en la que bautizamos a otro de los monitores. Lo cierto es que éste tenía un acento muy raro, entre vasco y navarro con un poco de maño, muy raro. La historia viene de que mi amigo David tenía puesta música con el móvil y entró dicho monitor a decirnos que la apagáramos, y le comenzamos a hacer burla para así, al menos, divertirnos algo y le coronamos como el STEREOS.
Lo cierto es que aquella noche no liamos demasiada pajarraca y nos dormimos.
Continuará...
Las duchas, un tanto tristes, los últimos nos quedábamos sin agua caliente y ya os podéis imaginar el frío impresionante que hacia allí a esas horas.
Después nos dispusimos a ir a desayunar, que desayunar, desayunar, no se yo. Tras la penosa cena del día anterior nos levantamos con un hambre que te sonaban las tripas y nos encontramos con un vaso de leche, un paquete de galletas y un trozo de pan rancio sobrante del día anterior.
La retirada del comedor era por filas, pero lo más gracioso era que te mandaban levantar y se cabreaban porque lo hacías, en fin, una total contradicción en el intento de volver locos a los catalanes.
Más tarde nos tocaba hacer multideporte, a mi grupo, en concreto, nos tocaba hacer canoa, aunque aquello era una barcaza muy poco estable que podía volcar con facilidad. Nos introdujeron en ella y ésta en una ría fangosa la cual se parecía más a cualquier pozo negro de la zona.
Tras un intenso viaje con el culo encogido, ya que no cabíamos, y un estrés impresionante en nuestro intento por no volcar desembarcamos de la misma.
Más tarde hicimos un breve descanso para dirigirnos hacia el tiro con arco, no di ni una.
Hicimos un paréntesis para ir a comer, triste comida y siempre acompañada por patatas fritas, la especialidad de la casa.
Después de comer, nos cerraron las chozas para que no durmiéramos dejándonos bajo el Sol que estaba en su máximo apogeo.
Las actividades de tarde, primero rapel y tirolina y más tarde puente tibetano en el que el monitor que lo manejaba estaba realmente acostumbrado a amenazar: - Como.... vuelves a Barcelona sin rastas, Como.... vuelves a Barcelona volando, Como.....
Al fin nos dejaron libres para descansar un rato y nos llevaron a cenar, de nuevo patatas fritas y nos propusieron una cutre actividad la que consistía en reírse de la gente, total, un desastre.
Aquella noche transcurrió muy movida con las consiguientes salidas de la gente, protestas, insultos, chillidos, entradas en las chozas para dar discursitos, etc.
Aquella noche fue en la que bautizamos a otro de los monitores. Lo cierto es que éste tenía un acento muy raro, entre vasco y navarro con un poco de maño, muy raro. La historia viene de que mi amigo David tenía puesta música con el móvil y entró dicho monitor a decirnos que la apagáramos, y le comenzamos a hacer burla para así, al menos, divertirnos algo y le coronamos como el STEREOS.
Lo cierto es que aquella noche no liamos demasiada pajarraca y nos dormimos.
Continuará...
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